Y Jesús respondió, diciéndoles: Tened fe en Dios.
En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte:
"Quítate y arrójate al mar",
y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder,
le será concedido.
Marcos 11:22-23 LBLA
Hay muchos montes en nuestra vida, altos montes, profundos valles, montañas áridas o frondosas...
A veces, nuestra vida esta atravesada por una larga cordillera infranqueable que nos aísla en el dolor, en el sufrimiento, y nos perderíamos en ellas sin el Señor Jesús, quien nos enseñó cómo hacer para andar sobre esas montañas de dolor, quien nos muestra el Camino a seguir.
"Tened fe en Dios" resuenan sus palabras como un eco atravesando la profundidad del valle del desaliento, "Tened fe en Dios" se oye de un monte a otro de dolor.
Sólo ese tipo de fe puede mover montañas, solo esa fe expresada en nuestra voz, nos puede hacer confiar en que se apartara el dolor de las pérdidas de nuestra vida. No importa lo que nos pase, solo la fe será lo que proporcione el faro que nos guíe en medio de la oscuridad, solo por la fe obtendremos el bálsamo que alivie el sufrimiento, solo la fe será el guía que nos acompañe a través de las cordilleras de desaliento, la que nos señale el Camino de nuestra vida.
Solo la fe quita y arroja al mar las altas montañas del dolor de tu ausencia, y me permite retomar mi vida con una sonrisa, sabiendo que pronto nos volveremos a ver.
Señor auméntanos la Fe!!
Hasta pronto, mi amor!!
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