YO MISMO IRÉ CONTIGO Y TE DARÉ DESCANSO... Exodo 33:14
En medio de este sufrimiento siento que la vida me ha llevado
directamente a casa del herrero, donde mi alma es templada como si de una
espada se tratara.
El hierro de mi ser es puesto en el fuego del crisol, golpeado vez
tras vez en el yunque del dolor, hasta que mi corazón parece a punto de
partirse. A tiempo, mi Señor apagas mi sufrimiento hundiéndome en tu balde de
agua fría, donde vuelve tu paz, donde siento tu amor y misericordia.
Pero no debes estar contento aún con mi temple, pues vuelves a
calentar el horno, y vuelves a golpear mi alma y te pregunto "¿hasta
cuándo Señor?"
Hasta que dejo todo a tu control, preocupación y temor, todo lo
voy poniendo en tus manos porque yo no puedo soportar más la carga de tanto
dolor, ya nada tiene importancia, pasados temores, pasados dolores no son nada
comparados con este desgarro de mi alma.
Pero tu me das descanso, tu me das paz, tu prometes estar conmigo,
tu, que conoces mejor que yo el dolor de la separación, el dolor de la
traición, el dolor del abandono, tu estás conmigo y me prometes tu compañía
hasta el final de mi vida.
12 de Octubre de 2018